Desde los inicios de la era digital y más concretamente hasta hoy en día, donde internet se ha convertido en la herramienta más revolucionaria de los últimos tiempos, las capacidades de los usuarios no han hecho más que crecer. Si lo extrapolamos a través de las inversiones publicitarias, nos encontramos en el mismo escenario. Es por este hecho que la necesidad de medir la eficiencia de estas inversiones ha hecho despertar a las empresas y a todos aquellos agentes que están involucrados.

A diferencia de los otros medios publicitarios, Internet tiene una gran cantidad de virtudes que podríamos desglosar de la siguiente manera:

• Se puede medir, no sólo estimar como en el resto de los medios.
• Conocemos las páginas vistas, los clics, el tiempo de permanencia, la ruta de navegación, las impresiones, las repeticiones, el origen y el destino…
• Estas mediciones se realizan en tiempo real.
• Se puede finalizar la transacción o la venta en el momento.
• La elaboración de las creatividades supone menores costes.
• Es masivo, llega a cualquier parte del mundo.
• Permite la interacción con el usuario.
• Se pueden personalizar las campañas: tú a tú.

Actualmente, Internet es utilizado para medir el impacto de las campañas como la televisión, la radio o la prensa. No sólo se utiliza el medio online como otro canal más de difusión publicitaria, sino que, además, sirve para reforzar las campañas realizadas en otros medios.

Sin embargo, no todos son ventajas:

• La cobertura es menos elevada que la televisión.
• Poca transparencia en comparación a los medios offline.
• Complejidad añadida puesto que existen muchas estrategias.