Sabemos que las emociones ayudan a persuadir, ¿verdad?

Si enriqueces tus textos con palabras sensoriales te ayudarán a hacer sentir a tus lectores lo que estás contando.

A continuación te explicamos lo que tienes que hacer si quieres que el lenguaje sensorial sea tu aliado:

Para empezar, describe escenas fáciles de imaginar, que hagan transportar al lector a un mundo de sensaciones. También puedes añadir detalles relacionados con los olores, sabor, sonidos, sensaciones táctiles o percepciones visuales.

Por ejemplo, cuando hablamos de algo crujiente, imaginas el ruido que hace algo rompiéndose en la boca, en cambio cuando hablamos de una masa espesa nos imaginamos todo lo contrario a algo ligero.

¿Cómo lo hacemos para activar cada sentido?

En el caso de la vista, puedes utilizar palabras que describan texturas, formas o colores. En cambio por el gusto, hablamos sobre conceptos que hagan referencia a sabores como por ejemplo salado, dulce o amargo y por el olfato palabras que expresen olores; dulce, afrutado, ahumado …

Hablando sobre el oído puedes hacer mención a palabras que te transporten a sonidos y en el caso del tacto utiliza palabras que describan sensaciones que percibas mediante la piel, como por ejemplo, húmedo, agrietado, viscoso o rugoso.

Usar este tipo de palabras para enriquecer tus descripcios y juega con metáforas para ayudar a los lectores a visualizar lo que explicas como si lo estuvieras viviendo.

¡Esperamos que estos consejos te sean de ayuda en tus campañas publicitarias!