Si tienes una cuenta personal en alguna de las redes sociales más conocidas estamos seguros de que, sin tan solo darte cuenta, sigues a más de un influencer. Si no es así, como mínimo habrás oído hablar de ellos y seguro que te habrás preguntado qué son exactamente y por qué es uno de los temas más de moda en el panorama actual.

Un influencer es, a grandes rasgos, alguien que tiene cierta credibilidad sobre un tema concreto. Su herramienta más poderosa son las redes sociales, donde tiene un nivel de presencia e influencia relevante, hecho que puede convertirlo en un prescriptor muy importante para las marcas. Además, su elevado número de seguidores convierte a la mayoría de sus publicaciones en mensajes que tendrán un alcance bastante elevado.

Ahora bien, ¿por qué se han puesto tan de moda en los últimos años? La respuesta es simple: son un medio comunicativo más que óptimo para determinadas campañas comunicativas, con el que pueden conseguirse unos resultados bastante difíciles de conseguir con publicidad tradicional.

Se ha demostrado que los consumidores presentan una mayor confianza ante las opiniones de personas que consideran cercanas, como por ejemplo amigos o familiares, que en algunos mensajes publicitarios convencionales. Por eso las acciones realizadas con influencers tienen tan buena cabida en algunos sectores, ya que el consumidor final percibe a este influencer como una persona de confianza, en lugar de cómo un medio comunicativo más.

Y ahora, como marca o empresa es momento de preguntarte: ¿debería incluir a los influencers en mi campaña de comunicación? La respuesta a esta pregunta dependerá totalmente del contexto en el que te encuentres, ya que si bien es cierto que las acciones con influencers acostumbran a dar muy buenos resultados, no siempre se adaptan a nuestras necesidades comunicativas. Por eso será muy importante analizar inicialmente qué queremos conseguir con la campaña a desarrollar y valorar si la figura del influencer se adapta a las necesidades y características de la campaña.