Para una organización es esencial comunicar de forma uniforme y original, sea externa o internamente. Para facilitar esta tarea en un espacio de trabajo en el que muchas personas deben seguir la misma línea comunicativa, existen diversas herramientas. La más importante es el manual de identidad corporativa. Desde la creación de un spot publicitario en la elaboración de una factura, el manual tendrá presencia.
Es un documento en el que se especifican las normas a seguir para una comunicación igual. Ya sea en digital, físico o en todos sus formatos disponibles. Por ejemplo, debe incluir:
- Breve introducción de la empresa
- Misión, visión y valores
- Usos del logotipo
- Tipografía y simbología
- Pautas de composición y tamaños
- Colores corporativos
- Usos correctos e incorrectos de los elementos gráficos
- Mock-ups de papelería corporativa o merchandising
No todos los manuales deben tener estas secciones. Otros incorporan nuevos elementos. Pero si son indispensables para que cada trabajador, sea del departamento que sea, reciba la misma idea.
A menudo se cree que un manual de identidad corporativa es sólo cosa de grandes empresas, pero nada más lejos de la realidad. Pequeñas y medianas empresas también deben obtener uno, ya que trabajar la identidad de marca no va con el tamaño de la entidad. A toda organización le interesa ser percibida de forma auténtica por el público. Además, externalizar una comunicación uniforme mejora la imagen de marca.
El proceso de creación de un manual de identidad corporativa es un trabajo minucioso y cargante. Pero una vez terminado, ahorrará mucho tiempo a aquellos trabajadores que tengan que trabajar de cualquier modo la identidad de marca.
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